RESPIRACIÓN

¿Te has fijado alguna vez en cómo respiras?

La respiración es una acción que normalmente pasa bastante desapercibida a lo largo del día. Es una acción automática que simplemente ocurre. Como es automática puedes dirigir tu energía y atención a otras áreas y actividades, sin más. ¿Te imaginas que tuvieses que estar pensando en respirar? 

De pequeñas aprendemos que soltar el aire, de golpe, apuntando hacia esa vela encendida en el pastel, apagaba la llama y te concedía un deseo 🙂 Lo que a mí personalmente me pasó desapercibido es que para soltar el aire, primero lo cogía.

Era es evidente pero en la época, concentrada como estaba en soltar el aire:
1. lo suficientemente fuerte,
2. lo suficientemente lejos y
3. lo suficientemente rápido para que Sara no soplara las velas antes que yo mientras pedía secretamente un perro, eso que ahora es tan evidente, para mi ni existía. 

Y es que la atención es muy selectiva, no percibimos todo lo que hay, solo aquello que llama nuestra atención pero esto da para otro post 🙂

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Respiración: fases y ritmos

Dos fases. La respiración es coger aire y soltarlo. Respirar es inspirar y espirar. Cuando a los 11 fui por primera vez a la clase de yoga, mi profesora me explicó que en yoga el movimiento acompaña a la respiración. Que cuando cogiera aire haríamos un movimiento y que cuando lo soltara haríamos otro. 

Vaaleee parece fácil esto del yoga. Cristina, la profe dijo que con el tiempo la respiración cambiaría, dejaría de ser fuerte y rápida y que algunas de sus alumnas practicaban yoga con un metrónomo. Un metro qué?

Muy sabia ella se levantó, se acercó a la estantería y volvió con lo que me recordó al reloj de cocina de mi madre. Solo que el reloj de mi madre cuando lo activas parece la cuenta atrás de la bomba en Jungla de cristal y éste tenía unos botones que permitía cambiar el ritmo a uno mucho más lento y pausado. 

No entendí muy bien lo de la respiración y el metrónomo, pero bueno, era mi primera clase, yo a respirar y mover y lo del ritmo ya veremos. 

Respiración y posturas

Pasó bastante tiempo hasta que la respiración dejó de ser fuerte y rápida para volverse lenta, suave y sutil. Hasta que llegó ese día yo intentaba hacer el movimiento lento, lento, como Cristina, haciendo trampas pequeños ajustes 🙂 Respiraba varias veces durante el movimiento esperando que no se notara, aguantaba la respiración mientras llegaba a la postura.

Esto en dinámico. Si hacíamos respiración en asanas estáticas hacía dos o tres más porque la respiración era demasiado rápida. Eso hacía yo, todo EGO, intentando respirar como respiran los demás con quien me comparaba constantemente. Pero esto no me sucedía en todas las posturas.

Había posturas en las que sentía que la respiración se alargaba de forma orgánica, sin esfuerzo. La respiración era suave, no tenía la necesidad de inspirar rápidamente cuando acababa el movimiento. Podía contar el tiempo que estaba cogiendo aire y el tiempo que podía estar soltándolo. Explorando el cuerpo como un juego. Sin esfuerzo. A gusto. 

¿Y por qué para qué te cuento esto? Para que veas que es normal. Que dependiendo de las posturas, la respiración cambia

Dependiendo de cómo te encuentres, la respiración será más lenta o rápida. Te cuento esto para que te des permiso y respires, sin culpa ninguna, varias veces durante un movimiento y que disfrutes, como cuando ves una estrella fugaz, en las posturas en las que sientes que tu respiración se alarga. Con la práctica, llega un momento en el que no son solo dos posturas en las que respiras a un ritmo pausado y profundo. Llega un día en el que prácticamente durante toda la sesión tu respiración te acompaña en cada movimiento jugando, a gusto, sin esfuerzo. 

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